Takako Takahashi
Takako Takahashi (1932-2013) nació en Kioto. Su nombre de soltera era Takako Okamoto. Graduada en Literatura Francesa, se casó en 1954 con Kazumi Takahashi, que compartía con ella el sueño de escribir. En 1956 estudió en la prestigiosa Universidad de Kioto para hacer el doctorado con una tesis sobre François Mauriac. La pareja se trasladó a una zona residencial de clase media en Osaka, experiencia que marcaría la vida de Takako, que siempre se sintió extraña ante las obligaciones, costumbres y expectativas de las amas de casa de su entorno, cosas que cuenta en sus textos biográficos y se reflejan en su ficción, como las amas de casa enloquecidas de sus primeros volúmenes de relatos o algunos de los personajes que nutren Mujeres solas.
El éxito de Kazumi a principios de los 60 permitió a Takako dedicar más tiempo a su escritura. Ambos se mudaron a Kamakura, cerca de Tokio, ciudad más moderna y abierta, donde él trabajó como profesor y ella entró en relación con un grupo literario. Sin embargo, se negó a ejercer de mujer de escritor, y poco después, cuando él se mudó a Kioto como profesor universitario, ella no le siguió, para centrarse en su creación y escapar de lo que se esperaba de ella.
En la década de los 70, tras fallecer su marido, Takako comenzó una intensa producción literaria: traducciones del francés, ensayos, relatos y novelas, y sus trabajos conocieron el éxito de la crítica. Empeñada en quebrar el viejo papel de la mujer, lo reinventó con protagonistas extrañas, incómodas, solitarias, inadaptadas, dispuestas a romper tabúes, a experimentar los límites de la sexualidad, en un constante reto a lo establecido.
Simultáneamente, en su personal búsqueda espiritual, agrandada por su difícil encaje en la sociedad japonesa, se interesó por el catolicismo. Se mudó a París al comenzar la década de los 80, y en 1985 se metió monja. Dejó la congregación tras el desengaño por la actuación de los miembros del convento. Volvió a Japón y se hizo monja carmelita, pero la rigidez de su nueva vida y la delicada salud de su madre le hicieron abandonar y regresar a Kioto, a la casa materna.