- colección
-
El Jardín de Epicuro - Ficción
- autor
- Walker Percy
- traducción
- José Luis Piquero
- páginas
- 276
- edición
- Primera
- número
- 175
- ISBN
- 978-84-128824-2-1
El cinéfilo
El cinéfilo obtuvo el National Book Award de novela en 1961 y está considerada uno de los grandes logros narrativos del siglo xx
Con una prosa brillante, llena de iluminaciones, Walker Percy relata la peripecia de Binx Bolling, un joven corredor de bolsa inteligente e irónico que se refugia en su pasión por el cine y en aventuras amorosas intensas y fugaces con sucesivas secretarias. Atormentado por sus experiencias en la guerra de Corea, Binx emprende un viaje interior, una búsqueda de resultado incierto en medio de un escenario, Nueva Orleans y sus alrededores, que constituye en sí mismo un mundo y un espacio de asombro. Como escribió el mismo Percy, «el hombre es más que un organismo, es un caminante y un peregrino que ha de encontrar, pese a todo, su propia salvación».
- colección
-
El Jardín de Epicuro - Ficción
- autor
- Walker Percy
- traducción
- José Luis Piquero
- páginas
- 276
- edición
- Primera
- número
- 175
- ISBN
- 978-84-128824-2-1
"El cinéfilo, en definitiva, es una muy buena novela en la que se mezclan la filosofía, el costumbrismo de los años sesenta de Nueva Orleans, el romance y el amor por las películas que se hacían en aquella época que hoy nos suena tan lejana. Una obra escrita con un estilo único (muy cinematográfico a veces, por cierto) que promete no dejar indiferente a ningún lector. Una historia, sin lugar a dudas, de cine. ¿Te atreves a comprobarlo?"
"Ganadora del National Book Award, El cinéfilo es un novelón, en traducción de José Luis Piquero, que merece ser descubierto. O redescubierto, pues ya tuvo en España dos salidas anteriores"
"Se diría que el clásico de Percy anticipa la oscuridad de Hubert Selby Jr., pues su protagonista, Binx Bolling, no tiene la vida aparentemente ideal de Tom Rath, el oficinista deprimido por esa aparente vida ideal que centra la acción en El hombre del traje gris, sino que es alguien fuera de lugar, en perpetua huida. Se mete en salas de cine —toda su vida es cine, lo que la pantalla proyecta es otro mundo que habitar mientras se habita inevitablemente éste— y tiene aventuras con sus secretarias, aventuras que colecciona como si fuesen botes salvavidas, en una Nueva Orleans que nada tiene de mágica, y sí, mucho, de confortablemente desalmado —o descarriado— rincón del mundo al que traerle sin cuidado, como le trajo a John Kennedy Toole."